Milagro de Sanidad de Homer Wiggins (2015)
Yo nací el 23 de diciembre de 1955, en Alabama, donde viví hasta 1984, cuando mi esposa y yo nos mudamos a Richmond (Virginia). Estoy retirado después de trabajar para el servicio postal de los EE. UU. y tengo uno hijo. Su esposa y él tienen dos hijos. Soy católico romano.
En agosto de 2019, me llevaron de urgencias al hospital con intensos dolores abdominales y una fuerte hemorragia. |
Allí mismo, en la sala de urgencias, me diagnosticaron un cáncer del colon. Dos días más tarde, me operaron. La operación duró cinco horas. Mientras estaba en la sala de recuperación del quirófano, tuve una visión de un hombre de pie no muy lejos del pie de mi cama. Estaba vestido en un hábito religioso negro, su figura estaba rodeada de un aura y tenía una larga barba blanca. El hombre miraba hacia abajo.
En el otro lado de la sala, varias enfermeras escribían aceleradamente información en sus equipos informáticos. Una dijo en voz alta: “San Chárbel”. Entonces otra dijo: “San Chárbel” y una tercera dijo, en tono de interrogación: “¿San Chárbel? Entonces la primera repitió: “San Chárbel, búscalo.”
Volví a quedarme dormido, y después de un rato, escuché a una enfermera que intentaba despertarme.
Si no hubiera oído las voces decir el nombre de San Chárbel, hubiera creído que era San Benedicto. Yo había oído hablar una vez de San Chárbel, pero no sabía nada acerca de él salvo que era del Líbano. No sabía cómo era su aspecto. Una vez vi por casualidad, en un sitio web del “santo del día” que mencionaron el nombre de San Chárbel, pero realmente no lo había investigado anteriormente.
Después de contarle mi visión a varias personas, un amigo me dijo que San Chárbel es un santo conocido por sus curaciones. El siguiente día de mi estancia en el hospital, mi amigo me trajo aceite sagrado de San Chárbel y un tarjeta de oración. Comencé a rogar a San Chárbel por un resultado positivo del diagnóstico de cáncer y también usé el aceite sagrado.
Tuve que esperar una semana para averiguar si mi cáncer del colon se había extendido y la gravedad del mismo. Después de una semana de espera, mi cirujano me dijo que el cáncer estaba en la etapa II y no se había extendido. No necesité quimioterapia. Hasta el día de hoy estoy libre de cáncer.
Dos meses después de mi operación de cáncer, me diagnosticaron una diabetes del tipo II. Yo tomaba medicamentos para ello, pero tras salir del hospital mi diabetes mejoró tanto que ya no tomo ningún medicamento y mis resultados de azúcar en la sangre son lo suficientemente bajos como para controlarlo con mi dieta. Creo que esto también es gracias a San Chárbel porque lo le rogué para que me ayudara a curar mis afecciones físicas.
Mi familia y mis amigos quedaron asombrados con mi experiencia y empezaron a investigar más acerca de San Chárbel. Me contaron acerca de un musulmán libanés que supo acerca de mi experiencia a través de la familia de mi nuera y ahora está interesado en la fe católica.
Quise contar mi testimonio y espero difundir la devoción a San Chárbel.
En el otro lado de la sala, varias enfermeras escribían aceleradamente información en sus equipos informáticos. Una dijo en voz alta: “San Chárbel”. Entonces otra dijo: “San Chárbel” y una tercera dijo, en tono de interrogación: “¿San Chárbel? Entonces la primera repitió: “San Chárbel, búscalo.”
Volví a quedarme dormido, y después de un rato, escuché a una enfermera que intentaba despertarme.
Si no hubiera oído las voces decir el nombre de San Chárbel, hubiera creído que era San Benedicto. Yo había oído hablar una vez de San Chárbel, pero no sabía nada acerca de él salvo que era del Líbano. No sabía cómo era su aspecto. Una vez vi por casualidad, en un sitio web del “santo del día” que mencionaron el nombre de San Chárbel, pero realmente no lo había investigado anteriormente.
Después de contarle mi visión a varias personas, un amigo me dijo que San Chárbel es un santo conocido por sus curaciones. El siguiente día de mi estancia en el hospital, mi amigo me trajo aceite sagrado de San Chárbel y un tarjeta de oración. Comencé a rogar a San Chárbel por un resultado positivo del diagnóstico de cáncer y también usé el aceite sagrado.
Tuve que esperar una semana para averiguar si mi cáncer del colon se había extendido y la gravedad del mismo. Después de una semana de espera, mi cirujano me dijo que el cáncer estaba en la etapa II y no se había extendido. No necesité quimioterapia. Hasta el día de hoy estoy libre de cáncer.
Dos meses después de mi operación de cáncer, me diagnosticaron una diabetes del tipo II. Yo tomaba medicamentos para ello, pero tras salir del hospital mi diabetes mejoró tanto que ya no tomo ningún medicamento y mis resultados de azúcar en la sangre son lo suficientemente bajos como para controlarlo con mi dieta. Creo que esto también es gracias a San Chárbel porque lo le rogué para que me ayudara a curar mis afecciones físicas.
Mi familia y mis amigos quedaron asombrados con mi experiencia y empezaron a investigar más acerca de San Chárbel. Me contaron acerca de un musulmán libanés que supo acerca de mi experiencia a través de la familia de mi nuera y ahora está interesado en la fe católica.
Quise contar mi testimonio y espero difundir la devoción a San Chárbel.